Cómo tus emociones pueden provocar una enfermedad



Cuantas veces te has sentido mal sin un motivo aparente? Cuantas veces te despiertas y de repente tienes un dolor?

A veces, una persona se siente físicamente mal sin un motivo aparente. Tal vez se trata de cansancio, dolor de cabeza, problemas digestivos o cualquier otro síntoma que le impide estar bien y que parece arrastrar día tras día sin que desaparezca.

Mucho más a menudo de lo que creemos, los síntomas físicos y enfermedades tienen su origen en nuestras emociones.

Eso no significa que no sean reales o estén solo en nuestra mente. Significa que tus emociones pueden llegar a enfermarte porque como ya hablamos en otros post, de los 60.000 pensamientos que podemos tener al día, se repiten en un 90%.


¿Cómo detectar una enfermedad producida por una emoción?

Existe un pequeño truco que nos puede ayudar en muchos casos a determinar si una enfermedad o síntoma tiene un origen psicológico.

Imagina, por ejemplo, que tienes contracturas en el cuello o dolores de cabeza. Cuando es de origen físico, por ejemplo, una contractura tras un esfuerzo físico excesivo o viaje de largas horas, el dolor sigue un curso similar al de una enfermedad aguda típica o alguna herida: En el comienzo el dolor es AGUDO Y FUERTE, y el cuerpo reacciona y comienza la curación de inmediato, de modo que vas mejorando día tras día hasta que el daño se hace CRÓNICO, el dolor disminuye y desaparece el síntoma pero no la causa. Es decir el cuerpo de adapta pero seria necesario tratarlo con terapia manual porque una adaptación produce gran cantidad de pérdida de energía.

Sin embargo y es lo que nos estamos centrando hoy, cuando es de origen emocional, sigue estando ahí hagas lo que hagas.

El mismo dolor, en el mismo lugar, ni más ni menos, a la misma hora, o mismo mes del año. Quién no ha dicho alguna vez? TODOS LOS AÑOS ME PASA LO MISMO O EN NAVIDAD SIEMPRE ME SIENTO IGUAL.

La causa es que tu cuerpo intenta curarse pero no lo consigue, porque la causa sigue presente, dentro de ti, en tu propia mente, en el subconsciente y mientras no vayas directamente a esa causa, no lograrás hacer desaparecer los síntomas.

¿Estres? ¿Cuál puede ser su causa?

Cuando nos enfrentamos a algún tipo de presión, tanto externa como interna, nuestro cuerpo reacciona con una respuesta de estrés.

Por ejemplo: Comienzas un nuevo trabajo, donde tu jefe te trata con desprecio. Ante una situación como esta, sientes una tensión que se produce tanto a nivel emocional como físico.

A nivel psicológico o emocional aparece un estado de preocupación o ansiedad, irritabilidad, ira, problemas para dormir, tristeza, cansancio o problemas para concentrarse.

A nivel físico puede producirse un aumento de la frecuencia cardiaca, problemas digestivos, mareos, contracturas, dolor de cabeza o espalda, sensación de falta de aire, sudoración o dolor de cabeza.

El estrés que crees tener, puede ser debido a ciertas circunstancias externas. Por ejemplo, problemas laborales, gran volumen de trabajo, relaciones de pareja tormentosas, etc. A eso se le llama estrés pero no es así.

Lo que determina el estrés, es el modo que reaccionas ante estas circunstancias y en última instancia, determina cómo vas a sentirte.

Y todas las emociones asociadas a estas situaciones como es, sentirse desvalorado, poco productivo, culpabilidad, indecisión, frustración, miedo a perder a los seres queridos, el trabajo, la familia, celos, odio, rabia, resentimiento, amargura, tristeza son entre muchos otros sentimientos los que afectan fisiológicamente al organismo.

Por este motivo, lo que pienses y hagas ante una situación estresante es muy importante.

¿Cómo estas emociones llegan a enfermar a una persona?

Los síntomas descritos se producen porque, ante una situación de estrés creado por cualquier situación por cualquiera de los miedos, nuestro cuerpo se prepara automáticamente para luchar o para huir, liberando hormonas que dan lugar a una serie de cambios fisiológicos.

Como mecanismo de defensa, es necesario que los músculos se tensen, de ahí que las contracturas y problemas musculares sean tan típicos en personas que le estrés al modo de reaccionar ante diferentes circunstancias.

A nivel fisiológico, el corazón comienza a latir más rápido para llevar más sangre y oxígeno a los músculos que van a necesitarla para huir o luchar, y la respiración se acelera.

Nuestro cuerpo considera que debe enviar la mayoría de sus recursos a los órganos que más lo necesitan en ese momento (los encargados de la lucha o huida), de manera que hace que las funciones menos necesarias en ese momento se vuelvan más lentas, se olviden de funcionar correctamente, se produce un desequilibrio, un cambio de la HOMEOSTASIS.

Un ejemplo de esto, es lo que sucede con la digestión. Si sientes miedo, las contracciones y secreciones del duodeno y el estómago se inhiben, mientras que si sientes ira, se aceleran.

El sistema inmunitario también se ve inhibido por el mismo motivo (la energía hace más falta en otros órganos).

Esta es una respuesta diseñada para funcionar a corto plazo, que nos permite afrontar de manera más efectiva una amenaza inmediata. El problema aparece cuando el estrés mantenido por estas emociones se hace crónico, y esta respuesta se prolonga en exceso. Cuando esos cambios fisiológicos se prolongan en exceso pueden acabar causando daño y enfermedad grave.

El estrés hace que aumente la densidad de la sangre, y esto puede aumentar la probabilidad de formación de coágulos.

Al estar disminuida la respuesta inmunitaria, aumenta la probabilidad de padecer infecciones.

Cuando aparece una célula CANCEROSA, un sistema inmunitario sano la destruye. Si este sistema está inhibido por el ESTRÉS o modo que interpretamos las circuscantias de la vida, la probabilidad de cáncer es mayor.

Un sistema digestivo puede estar afectado por emociones. Apareciendo dolor abdominal, estreñimiento, diarrea, acidez de estómago, úlcera, etc.

El estrés puede hacer que la probabilidad de abortar en embarazadas  aumente en un 50%.

Los síntomas similares a las alergias que padecen algunos trabajadores de oficina (asma, dolor de cabeza, eczema, sinusitis) y que se ha dado en llamar síndrome del edificio enfermo, puede ser en realidad una consecuencia del estrés.

El dolor de cabeza es un síntoma muy típico asociado al estrés. Es un dolor producido por tensión muscular. Hay personas que tienen una predisposición biológica a convertir el estrés en tensión muscular.

El estrés puede ser también el causante de la migraña, aunque en este caso, el dolor aparece una vez que la causa de estrés ha desaparecido.

"DOMINA TUS EMOCIONES, DOMINA TU VIDA"

Y hasta aquí una semana más de conocimientos. En próximos post hablaremos de enfermedades asociadas a emociones.

Darle las gracias por este post a María Angeles Lindes, terapeuta de IG DEPORTE Y SALUD y especialista en psicología avanzada PSYCH-K.

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